TOMA DE LOS ESPAÑOLES

Partimos desde Godoy Cruz - Mendoza, por Panamericana o RP82 hasta las vias del tren que cruzan esta ruta, en este lugar hay un cartel que indica "Toma de los Españoles" y otro que indica el ingreso a la localidad de Las Compuertas departamento de Las Heras.

También se puede ingresar por una calle que se encuentra al lado de un zanjón antes de llegar al puesto policial unos 400 mts mas adelante de las vías.

Al llegar a las ruinas hacia la izquierda (este) hay que continuar por un camino que va hasta un canal el que se atraviesa por un puente precario cerca del puesto de irrigación, cerca de este lugar se puede observar el final de un entubamiento de agua en donde aflora un caudal importante de agua alcanzando un metro de altura. Este camino se identifica porque tiene un terraplen de grandes piedras, en realidad son dos, pero el primero que se ve tiene una longitud de unos 800mts. El otro llega bordeando el río Mendoza hasta el dique Cipolletti.

En el margen opuesto del río se puede observar la Usina termica de Mendoza.

Es un lugar tranquilo y solitario, por lo que es conveniente transitarlo en grupo.

Para retornar hay que hacerlo por el mismo camino, la opción es tratar de cruzar por una finca (pidiendo permiso).

 

El recorrido ida y vuelta es de aproximadamente 25 km, pero se puede acortar llevando la bicicleta en auto hasta la entrada de la toma.

LA VERSION OFICIAL

Durante muchos años, la ciudad de Mendoza fue azotada por continuas crecientes producidas en épocas estivales; éstas causaban graves daños y pérdidas cuantiosas en edificios, fincas y solares de aquella aldea. 
El vecindario se preocupaba, pero las reuniones efectuadas en el Cabildo nunca brindaban la solución al problema.
Muchos fueron los proyectos de construir una toma, pero los recursos -tanto humanos como económicos- impedían que se concretaran.

Después de años de lucha, los pobladores tomaron la iniciativa de construir una pequeña compuerta en la entrada del zanjón y el río Mendoza -en Luján de Cuyo-. La precaria obra duró muy poco tiempo ya que una creciente la destruyó casi por completo.

Pasaron más de treinta años cuando por decisión del entonces gobernador intendente de Córdoba del Tucumán, marqués Rafael de Sobremonte, ordenó la construcción de un dique en el río para mejorar el riego en los cultivos y reducir el peligro de inundaciones provocadas por las crecientes. Dos años después de esta orden, Sobremonte estuvo en Mendoza e inspeccionó el lugar en donde definitivamente se debería construir la obra. 

Se construye la toma de la ciudad

En 1788, después de la visita de Sobremonte, el Cabildo llamó a licitación y fue adjudicada al arquitecto Josef Comte, quien presupuestó una cantidad de 6.000 pesos para la construcción. Los recursos fueron obtenidos e inmediatamente comenzó la construcción.

El arquitecto José Comte tenía experiencia en construcciones; había restaurado el templo y el colegio de la Compañía de Jesús y otras edificaciones de importancia en la provincia de San Juan y en la nuestra.

La obra consistía en un murallón triangular en medio del río, con sus caras laterales en ángulos rectos de casi tres metros de largo, y se respaldó con un muro unido que sirvió de estribo para darle mejor salida al agua de las compuertas. Constaba de aproximadamente dos metros y medio de espesor. La estructura del mismo se realizó con cal y piedras que se sacaron del lugar. Se aseguraron con abrazaderas de hierro emplomado que se emplearon en la construcción de dicho murallón. Se colocaron unas cien abrazaderas de éstas. A la construcción se le agregaron dos compuertas, una que daba a la ciudad y la otra que despedía el agua del río. Las mismas eran de madera con palos sueltos enmarcadas y tenían una manija en la parte superior. También poseían dos palancas de hierro en las puntas de los maderos.

Otras de las característica de este dique era un puente que abarcaba toda la muralla. En apariencia, la obra era excelente. 

La construcción fue proyectada en 7 meses, pero se demoró mucho más. Entre otras cosas, en la obra trabajaron algunos reclusos. Aunque las compuertas alcanzaron a contener y distribuir el agua hacia los canales durante un tiempo, el rigor del río terminó destruyendo parte del dique. 

En 1792, la toma fue totalmente abandonada. Las ruinas de aquella obra hoy son conocidas como “La toma de los españoles” y se la declaró monumento histórico nacional en 1986. 

Diario Los Andes 11-10-2004

Si querés ir a este lugar y necesitás estar preparado fisicamente YO te puedo ayudar.

 

Edgardo Ariel MOINE

  Preparador Físico

 

edgardomoine@yahoo.com.ar

Publicación de: Fundación Proteger

El lugar que se conoce, se quiere; lo que se quiere, se cuida.

En defensa de la libre circulación por montañas y ríos.